Historia de Vicálvaro | Capítulo VI, El siglo XIX

La desamortización de Mendizábal

Las guerras interiores y exteriores, como también la necesidad de un cambio en la estructura socioeconómica del país (el paso del feudalismo al capitalismo agrario y posteriormente industrial, realizado en toda Europa) exigían al Estado contar con capital constante del cual carecía.

Una de las medidas proyectadas con el fin de capitalizar al Estado fue la llama desamortización de Mendizábal. Se trataba de apropiarse y vender los bienes eclesiásticos (denominados de «manos muertas»). Las desamortizaciones eclesiástica y civil junto con la desvinculación de patrimonio realizados en este siglo serán la pieza clave del desmantelamiento del sistema feudal. Fueron medidas que a la postre, contribuyeron a la formación de las bases del sistema capitalista: encumbramiento de la burguesía agraria y proletarización del campesinado, que se convertirá, además, en una fuerza de reserva para la incipiente industria.

El ministerio de Mendizábal (septiembre de 1835-mayo de 1836), dentro del reinado de Isabel 11 (1833-68) estuvo caracterizado por tres acciones: 1) amnistía general, 2) supresión de las comunidades religiosas y 3) desamortización eclesiástica.

La desamortización, realizada entre 1835 y 1837, afectó más al clero regular que al secular. El proceso que se siguió para llevarla a cabo fue la desvinculación de tierras y la venta en pública subasta.

Al principio, la desamortización tropezó con grandes dificultades; ante la inseguridad política del momento, la burguesía tuvo miedo a la inversión. Los que se arriesgaban, compraban finas urbanas porque obtenían mayores beneficios. Por ello, las ventas comenzaron teniendo éxito en fincas urbanas de Madrid, Cádiz y Barcelona, principalmente.

Centrándonos en Madrid observamos que las ventas fueron muy rápidas, comenzando poco después de ser dictadas las disposiciones. A primeros del mes de junio de 1836, y durante todo este año y el siguiente la provincia de Madrid tuvo una participación importante:

Madrid fue una de las provincias en que las ventas fueron mayores.

En cuanto a su distribución, el mayor volumen de los bienes pertenecía al clero regular, siendo su tasación 154.721.330 reales, de los que quedaron por vender el 17 % del total. Como nota característica se da una gran concentración en el valor de las ventas, pues lo vendido en un solo municipio (Madrid, capital) alcanzó el 77,26 % del total provincial.

CONCENTRACION EN EL VALOR DE LAS VENTAS

 Nº de municipiosProvincial % del total% acumulado
 177,2671,26
 13,4380,69
 12,2082,89
 11,4984,38
 22,7087,08
TOTAL687,08 

Se da una nutrida participación de los municipios de la provincia: de unos 196 hubo ventas en 156. La participación de Vicálvaro en estas ventas fue del modelo siguiente:

MunicipioVicálvaro
Nº de fincas44
Valor en venta1.780.931
% provincial0,602
Nº de vecinos252
Nº de almas1.503
Valor en venta por vecino7.067,1

Haciendo una comparación del valor de las fincas vicalvareñas con las demás de la provincia de Madrid observamos que el valor por término medio en la provincia de Madrid es de 117.947 reales, mientras que en Vicálvaro la cifra es bastante inferior: 40.475, hecho explicable si se tiene en cuenta que la cotización de las fincas urbanas era superior. En Vicálvaro, la mayoría de las fincas eran rústicas.

El resumen de las ventas realizadas durante el proceso desamortizador de Mendizábal en nuestro término, en lo que se refiere a fincas rústicas, es como sigue:

(R.V. = Reales de vellón)

El valor de lo que quedó por vender ascendió a 95.000 reales de vellón. Unos años más tarde, en 1843, se subastó una «finca rústica que en término del pueblo de Vicálvaro perteneció a la Cofradía de la Vera Cruz del mismo» (15), y algunos después se produjo una nueva desamortización, que afectó a los bienes propios (municipales), con la ley de Madoz, de 1 de mayo de 1855. Esta ley afectó a un total de 380 fanegas en Vicálvaro, distinguiendo en el valor de la tasación varias clases, según las posibilidades de capitalizarlas.

A la desamortización de estas tierras de labrantío y prados hay que sumar el de dos arboledas: «La arboleda del arroyo de la fuente, de la misma pertenecía a los propios de la villa de Vicálvaro, y en dicho término (Vicálvaro): huida al Norte, con el camino bajo que va a Madrid al Oeste, con la fuente de los cinco caños, poniente con tierras del Egido de propios, y Mediodía con la dehesa nueva y chopos estendiéndose por la arroyada de la Fuente hasta la dehesa nueva. Ha sido capitalizada, por la renta de 200 rs., según pleitos, en 4.500 rs. y tasada en 6.000 rs. tipo para la subasta.»

«La arboleda denominada de la arroyada de la Fuente de San Juan, de igual pertenencia y en dicho término, huida al Norte tierra de D. Juan Sevillano: consta de 60 árboles de álamos blancos y chopos, ocupando sólo el terreno que ocupan dichos árboles. Tasada en 2.100 rs. y capitalizada, por la renta de 195 rs., según los pleitos, en 2.362 rs. con 50 céntimos, tipo para la subasta».

El resultado de esta desamortización coincide con la de 1837, la propiedad de la tierra se concentra en manos de la naciente burguesía española, las cifras fueron éstas:

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