Historia de Vicálvaro | Capítulo VII, El siglo XX

Evolución económica y demográfica

Evolución económica

Ya se vio en el capítulo anterior que al finalizar el siglo XIX al pueblo, de formas y funciones predominantemente agrarias, se le fue rodeando de barriadas urbanas. Estas barriadas eran núcleos satélites de Madrid levantadas en tierras vicalvareñas y, por tanto, pertenecientes a su jurisdicción municipal: Las Ventas del Espíritu Santo, Pueblo Nuevo, Bilbao, El Carmen y Moratalaz.

Este hecho tuvo repercusión desde el punto de vista demográfico: en 1894, de los 1.661 habitantes de Vicálvaro, 627 vivían en estas barriadas, y durante la primera mitad del siglo XX su población aumentó con mayor rapidez que la del pueblo. Como consecuencia de esto se incrementaron los servicios y las barriadas fueron adquiriendo vida independiente, por lo cual se intentó anexionar esta zona de barriadas urbanas al Ayuntamiento de Madrid, como se verá más adelante.

Al mismo tiempo, el pueblo tendrá un crecimiento económico paulatino, potenciado a partir de la creación de la fábrica de cementos Valderrivas, compañía fundada el 12 de abril de 1923 por Federico Inzenga, sobre los terrenos que desde antaño eran conocidos por «huerta del tío Jacinto Andrade». El nombre «Valderrivas» procede del pago vallecano donde estuvo la fábrica de ladrillos con que este grupo económico inició la producción de materiales de construcción; cuando el desarrollo técnico generó el nuevo material conocido como «cemento Portland», la antigua compañía decidió producirlo diversificando su oferta. Años más tarde, coincidiendo con los inicios del despliegue económico, se ampliará el recinto fabril, adquiriendo a tal objeto, por 200.000 pesetas el matadero municipal el día 5 de mayo de 1950.

Portland Valderrivas inició su actividad industrial con la puesta en marcha, en el año 1925, de su factoría vicalvareña, con una capacidad de 50.000 toneladas anuales. Esta capacidad industrial fue duplicada en 1928 con un nuevo horno, el II. Como materias primas para la preparación del crudo se explotaban las canteras de piedra caliza propiedad de la sociedad Valderrivas, en el término de Morata de Tajuña, así como las arcillas de yacimientos inmediatos a la fábrica de Vicálvaro.

Al paralizarse la demanda de cemento a causa de la contienda civil, la producción no experimentó aumento hasta finales del año 1953 en el que entra en funcionamiento el horno III, al mismo tiempo que se modernizan sus instalaciones fabriles. Se alcanza así la producción de 300.000 toneladas/año. Una nueva ampliación en el año 1960, con un nuevo horno, el IV, eleva las posibilidades de suministro a 500.000 toneladas/año, siendo la mayor de España, puesto conservado durante largo tiempo. Más tarde se llevaría a cabo la última ampliación, en el año 1966, con la construcción de un nuevo horno, el V.

De esta compañía surgieron otras empresas filiales, como Fibrocementos Castilla y Hormigones y Morteros Preparados. La fábrica ofreció a sus empleados una serie de servicios, como instrucción gratuita para sus hijos y viviendas, por lo que se le eximió de impuestos de construcción.

Esta industrialización se vio acompañada por la afluencia de trabajadores ante la oferta de trabajo, incidiendo este aspecto en el auge de las empresas constructoras en la década de los sesenta.

En la de los setenta surge la inflexión de este proceso. Vicálvaro rompe el equilibrio entre vivienda/trabajo: 13.095 activos, frente a 4.993 empleados. El sector industrial tendrá entonces fuertes dificultades y desequilibrios: frente a 5.253 activos, sólo habrá 2.383 puestos de trabajo en el sector. De los 2.000 puestos de la zona industrial, sólo el 50 % serán ocupados por residentes en Vicálvaro. Así pues, ante la incapacidad de sostener a su población trabajadora, se convertirá en un barrio dormitorio.

En la actualidad, la industria se compone, aparte de la mencionada fábrica de cemento, de pequeños talleres y de dos panificadoras.

Ya no existe, ahora es un barrio dentro del distrito.

En cuanto a la actividad agrícola se reduce a explotaciones de secano mermadas porque la actividad extractiva les ha reducido terreno en la zona de Ambroz.

Como ya se dijo en el capítulo anterior, la tradicional actividad minera, fundamentada en los materiales de construcción, generó la creación de la línea de ferrocarril Madrid-Arganda, inaugurada el 3 de julio de 1886. Sus vías corrían en parte paralelas a la carretera Vicálvaro- Almodóvar-La Poveda-Arganda, siguiendo las canteras más importantes. En 1893 se declaró en quiebra y fue incautada por el Estado, hasta que en 1901 fue adquirida por la Compañía de Ferrocarriles del Tajuña.

Esta actividad sufre una transformación cualitativa. Los nuevos productos demandados por la sociedad son los que motivan esta transformación: el pedernal (sílex) de Tilly empezaría a llevarse a La Felguera (Asturias) para la fabricación de aislantes de tendidos eléctricos. Hasta tal punto llegó a prevalecer este uso de la finca, que en los años veinte la Duro-Felguera, S. A., llegó a convertirse en su propietaria. Un nuevo producto altamente tecnificado irrumpe .espectacularmente en el paisaje vicalvareño en los años sesenta: la sepiolita.

El sector servicios se mantuvo al nivel de las necesidades elementales, creciendo simplemente en función del aumento de la demanda local. Así, hoy en día, la zona dedicada a comercio se localiza principalmente en la calle de San Cipriano.

Esto ya no es así

El paulatino y lento desarrollo económico se vio truncado con la aparición de la crisis en la que permanecemos estancados. Esta afectó, principalmente, a la pequeña y mediana industria, por lo que se cerraron fábricas como las de Gresite, Ladrillos, etc. En la actualidad, Vicálvaro está considerado como la segunda zona industrial de Madrid, después de Villaverde. Ante la pérdida de puestos de trabajo, la Junta Municipal, según un Plan presentado, pretende revitalizar la industria, creando una infraestructura adecuada para el desarrollo de ésta, intención que se ve frenada porque los empresarios no quieren invertir capital.

La incidencia de la crisis a nivel social es de vital importancia para comprender el fenómeno inseparable del paro juvenil-delincuencia. Hoy, el paro es uno de los problemas más graves con los que se enfrenta Vicálvaro, alcanzando un 20 % del total de población activa.

Este hecho está recogido anecdóticamente en uno de los irónicos artículos periodísticos de Francisco Umbral, en el que, escribiendo sobre el paro, hace alusión indirecta a la aspiración de recuperar nuestro pueblo cierto nivel de autonomía político-administrativa para: ... España, Francia, la República Federal Alemana, el Reino Unido, Noruega, Holanda, lItalia, Estados Unidos, Japón y Vicálvaro, temen al paro más que a la muerte. Felipe, Mitterrand, la Thatcher, reyes y reinas de Noruega y Holanda, Pertini, Reagan y el alcalde de Vicálvaro, saben que el paro es la muerte, laboral y civil, del ciudadano, del proletariado, el genocidio.

Demografía

La pirámide de la década de los setenta es el prototipo de una población joven: amplia base y cúspide muy mermada, de ahí la forma triangular.

La pirámide de 1983 ya no conserva esta forma, sino. que se da una tendencia a la forma ovalada, indicadora de una población que madura: no tiene una base muy amplia.

Lo más sorprendente es que siendo el contingente de jóvenes tan importante, la base de la pirámide está tan mermada. La explicación puede ser que la edad para contraer matrimonio se retrasa, dadas las condicivnes económicas y sociales por las que atraviesa el país.

Todos los datos aportados por las pirámides informan de la evolución económica y local. A comienzos de los años sesenta hay un aporte de personas jóvenes, emigrantes de otras provincias que llegan a Vicálvaro para trabajar en las fábricas creadas. Estos serán los que nutran la base de la pirámide, pues se trata de jóvenes parejas que llegan sin hijos o con uno y será en estas tierras donde aumentará su descendencia. En la pirámide de 1983 se refleja este hecho: la población infantil de la década de los sesenta pasan en la actualidad a engrosar la población joven. Por lo general, cuando forman una familia, estos jóvenes no permanecen en el barrio, sino que deciden vivir en poblaciones que le rodean: Coslada, San Fernando, etc.

Una vez más, se justifica la afirmación de que Vicálvaro tiene una estructura demográfica con tendencia a la madurez, si las estructuras socio-económicas y urbanísticas continúan sin cambio.

Esta conclusión final puede comprobarse con el gráfico de población en el que se observa un crecimiento continuo a partir de 1955, para comenzar un suave descenso en 1980.

En la gráfica puede apreciarse también un descenso brusco entre 1940-50, pero éste es sólo aparente, ya que es en esta época (1945) cuando Madrid se anexionó las barriadas pertenecientes a la jurisdicción de Vicálvaro: Las Ventas del Espíritu Santo, El Carmen, La Elipa, el Barrio de Bilbao, etc.

El pueblo se convertirá en un centro industrial importante a partir de los sesenta, creciendo vertiginosamente tanto desde el punto de vista demográfico como urbanístico.

A lo largo del siglo XX, Vicálvaro ha ido pasando por sucesivos momentos en su historia. En la actualidad es un barrio dormitorio con graves problemas sociales. Su población, en su mayoría emigrantes procedentes de Guadalajara, Extremadura y Jaén, comienza a arraigar ya aquí.

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